Lo rescataron en Centelles el 03 de enero de 2003. Se crio y vivió entre Barcelona y Centelles. Toda su vida giró entre su familia, sus amigos (que eran todos) y el deporte. Era abierto, extrovertido, simpático, animador, muy positivo y con un sin fin de cualidades que hacían que todos quisieran estar a su lado.
Empezó de muy joven, a los 5 años, a practicar tenis en la escuela del Club de Tennis Centelles hasta federarse en la Federació Catalana de Tennis.
En Barcelona, se inscribió en la escuela de tenis del Club Bonasport y allí jugó varios torneos comarcales. Vivía los Torneos Internacionales con pasión: cada año acudía al Open Godó de Barcelona y no perdía ocasión de ver el resto de los torneos por tv. Sus ídolos fueron Alex Corretja y Juan Carlos Ferrero.
Vivió intensamente cada momento de su corta estancia con nosotros, pero supo transmitir su simpatía y amistad a todas las personas que le rodeaban. Seguro que se debe sentir orgulloso de observar que su nombre sigue y seguirá ligado al mundo del tenis y del deporte.
Y seguro que quién nos lo rescató (allá en el cielo) está disfrutando eternamente con él.